DULCE CICUTA Las emociones abandonan la estancia cardosa y siembran dulce cicuta sabor a sepultura en la boca. Como raíces de magnolias sujetas a la tierra, lamen versos en los oídos y besan pensamientos a lo lejos. Al pie del café caliente, el arquitecto construye suspiros de soledad, irisados de nostálgicos vaivenes, escritos en el cielo.
Las emociones abandonan
la estancia cardosa
y siembran dulce cicuta
sabor a sepultura en la boca.
Como raíces de magnolias
sujetas a la tierra,
lamen versos en los oídos
y besan pensamientos a lo lejos.
Al pie del café caliente,
el arquitecto construye
suspiros de soledad,
irisados de nostálgicos vaivenes,
escritos en el cielo.